Niños con TDAH, ¿de quién es el problema?

jueves, 2 de abril de 2009

Hoy en día hablar del término TDAH no es ajeno para nuestra sociedad y mucho menos en el contexto educativo. Teniendo en cuenta que el TDAH es el diagnóstico psiquiátrico más común de la infancia , es lógico pensar que evadir el problema no es la solución. Por lo tanto vale la pena preguntarse ¿Qué hacemos con y por esta realidad?

Si nos posicionamos desde Durkheim y su Paradigma Explicativo, se debe partir de la base, que en las escuelas hay un hecho social establecido, en donde los niños con TDAH y sus características particulares podrían tomarse como una “actividad individual que pretende violentarlo”1, lo que provoca rechazo del entorno hacia los niños con este trastorno. Por lo anterior, es que debemos actuar desde nuestro rol y contribuir en mejorar la condición de estos infantes, para así evitar juicios injustos por su comportamiento, que debido a su origen neurobiológico es imposible manejar sin la intervención y apoyo de todos los involucrados (pp 12-13).

Asimismo, es nuestra tarea como docentes de niños con TDAH, abordar no solo lo cognitivo, sino, trabajar en todas las áreas de desarrollo de estos niños, siendo imprescindible adoptar estrategias (pp 14-23) y metodologías (pp 24-26) de enseñanza adecuadas, pero sin dejar de lado el refuerzo positivo (p 29) y el establecimiento de normas y límites (pp 31-32), que sin duda aportaran en la aceptación social de estos niños.

“El educador debe intervenir y vincular a las reglas de la disciplina unas sanciones (pp 30-33) que anticipen las de la vida”2

“El afecto, la amistad que aquél mostraría al alumno laborioso, que se esfuerza sin tener éxito como sus compañeros mejor dotados, sería en sí la mejor de las recompensas y restablecería un equilibrio que hoy está injustamente perturbado y falseado”3

Pregunta: ¿Por qué en los colegios se enfatiza más en la medicación que en estrategias pedagógicas para los niños con TDAH?

Hipótesis: La medicación en los niños con TDAH hasta el momento es válida, aunque no se sabe con exactitud el potencial o implicancias de estos medicamentos. Según mi experiencia, esta parte del tratamiento es tomada como la solución al problema, es decir, los(as) profesores(as) se preocupan demasiado por la “hora de la pastilla”, derivando a los niños al psicopedagogo, sin tomarse la molestia de preparar nuevas estrategias y metodologías.

Probablemente la desinformación o falta de interés por parte de los profesores, lleve a desligarse de “los niños problema”. Tienden a juzgar conductas desde el ámbito moral, aplicando sanciones que el niño no asume, debido al débil control de su conducta. Además, muchos profesores se preocupan solo del cuerpo, (que se recupera con medicacion) pero no del ser humano que necesita estabilidad en todos los apectos fisicos y emocionales para avanzar.

Bibliografía:

1. Durkheim, E. (1974). Las Reglas del Método Sociológico. Capítulo primero: ¿Qué es un Hecho Social?. Buenos Aires, Argentina. P.40

2. Durkheim, E. (2002). La Educación Moral. Lección undécima: La penalización escolar. Madrid. P.203

3. Durkheim, E. (2002). La Educación Moral. Lección decimotercera: Las Recompensas. Madrid. P.229

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